Mis brazos no te encuentran
en este instante de muerte oscura,
¡qué soledad de sal y cuánta llanura
en la palma de mis manos!
Allá arriba, como siempre,
los astros vigilan esta demencia mía
de hundirme en los abismos,
este amor mío que rompe mi costado,
me hace trizas sin mirarme a los ojos...,
y aquí llegas, y me miras sin decir palabra,
y te marchas,
y me dejas de nuevo donde empiezo a morirme,
como si a cada momento,
cada segundo,
cada año,
en cada invierno, primavera, verano...
no pudiera hacer otra cosa que eso:
morirme sola.
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10 comentarios:
Begoña, me ha gustado mucho tu poema, es excelente.
Así es la vida una sucesión de muertes y renaceres diarios de/por/para/en amor.
'..cuánta llanura en la palma de mis manos!'
Bego, nos queda mucho por andar, por vivir.
Un abrazo,
HOLA QUERIDA BEGOÑA:
BELLÍSIMO Y TRISTÍSIMO POEMA.
DE TUS MANOS SALEN ESTROFAS MUY SENTIDAS.
BESOS DESDE VALENCIA, Montserrat
Querida Begoña,qué bien
expresas ese instante,
en que parezca que solo
somos uno contracorriente,
mira de nuevo esas manos
y verás que aún queda
mucho que ofrecer
y que sacarle a la vida.
Esperando a darte un abrazo
muy grande en Sigüenza,
mientras tanto te envío
mucha luz y mucha fuerza.
Bellísimo!
Una alegría tu visita, no solo por eso sino que la misma me indicó que publicaste nuevamente en tu blog :)
Y eso me llena de alegría porque de verdad eres una muy exquisita poeta.
Cariños!
=) HUMO
Desgarrador y muy bello, querida Begoña. Me ha encantado.
Un beso enorme, poeta.
Cuando se extraen las palabras desde la hondura de la existencia y el desgarro de los sentimientos hace mella, es cuando brotan las estrellas del pensamiento y se hacen poesía. Esto es un milagro. Ha sido un ángel que ha pasado. Franziska
Por desgracia o quizá por fortuna, solos es como nos morimos todos, un poquito cada día, pero poco importa, Begoña, si en cada paso de la vida nos sentimos acompañados, bien acompañados, aunque a veces, esa compañía no sea otra que la de nuestros versos, tanto los que escribimos nosotros mismos, como los ajenos que nos llegan como si fueran propios, como estos tuyos por ejemplo.
Besos
Desolada muerte en la soledad de unos brazos vacíos
Un beso Lunska
Por fin
un poema que entiendo
con mis sentidos
que veo el alma
que comprendo un enigma
a la primera,
por fin.
El dolor palpita en estos versos. Precioso poema
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