Gracias, Beatriz, por este hermoso regalo. Para mí es un honor que hayas puesto en tu voz, como gran locutora de radio que eres, este poema.
Voy a escribir este blog a salto de mata, como ha sido mi vida: catarata llena de saltos, ora remanso, ora muerte, ora resurrección y vida. Sonrío y río porque mi cuerpo me lo permite. Y no dejaré que nadie se adueñe de mi suerte, para no dar opción al hurto de lo más preciado: mis ganas de seguir luchando.