Recitando en Café de Alba

Recitando en Café de Alba
Recitando en Café de Alba. Murcia 23 de Noviembre de 2012.

Junto al retrato de mi tío abuelo Francisco Ayala (Premio Cervantes).

Junto al retrato de mi tío abuelo Francisco Ayala (Premio Cervantes).
Junto al retrato de mi tío abuelo Francisco Ayala (Premio Cervantes).Biblioteca Nacional (Madrid).

V Encuentro de Poesía en la Red. Sigüenza (Guadalajara), 23 y 24 de septiembre de 2011.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Mirarme desde dentro

A veces necesito darme la vuelta y tropezarme con mi espalda, seguir su curvatura de planeta desolado, mirarme desde lejos para habitarme y encontrar mis oasis olvidados, porque el mundo para mi sigue siendo esa parcela del asombro que a veces niego mientras paseo por mi ombligo, donde la vida se convierte al menor descuido en puro desencuentro. Para poder andar hacia mi, primero tengo que alejarme: no hay nada más difícil que interiorizar desde la pérdida de la perspectiva desde donde uno nunca se encuentra el centro y mucho menos aún encuentra sus vértices. Lo más difícil es ir trazando ese mapa de trayecto en solitario, surcar sus picos que terminan en la frente, navegar por la corriente de la aorta y salir indemne de sus rápidos...; más no hay mayor aventura que nuestra propia selva en donde las lianas son los pensamientos que, ora nos arrojan, ora nos balancean, ora nos salvan del vacío o de la nada, ese pais (¿) inanimado (?) que en ocasiones se esconde debajo de las pestañas para engrandecerse con el efecto lupa de las lágrimas o de la derrota. Y es justo saber la procedencia de nuestras fuentes, conocer su hondura, porque somos como los rios que, siempre van a desembocar en el océano de otros y es allí, en el otro lado, donde crecen nuestras semillas y donde se justifica, muchas veces, la larga andadura por la incógnita.
Ahora que miro nuevamente mi interior tapizado de almendra, descubro tus surcos de tierra removida donde impusiste la calma y tu estrategia para ganarle a la tristeza su parcela de olvido o darle la luz que necesitaba para transformarla en sencillo mar sereno. Quiero invitarte a que te adentres en esa cueva de coral rojo que depositaste, como si nada, en el fondo de mi torpe existencia; quiero darte su color, que es tuyo; quiero darte su calor que es tuyo, y regalarte su misterio para que resida en la comisura de tus labios, y encontrarme también, cuando te vea, viviendo en tu sonrisa...., tu sonrisa franca y contagiosa, tu sonrisa, amiga, tu sonrisa...

11 comentarios:

josé lopez romero dijo...

Me he quedado con el corazón abierto, " apunto de sangre", y no exagero Lunska, tienes momentos alucinantes y no se si esta es la expresión más válida para graficar la luz que irradias. Suelo pensar que hay cosas en su belleza que hieren, pero no de dolor y creo que me entiendes, así me ha sucedido hoy. Mi afecto.

Carver dijo...

Sencillamente maravilloso, sobre todo el último párrafo me he transportado a un mundo de sosiego, esa cueva de coral rojo.

un abrazo

mj dijo...

José sé que no exagera porque es cierto lo que dice...es inmenso tu interior, no tiene límites. También sé que eres, y no es fácil, capaz de llegar a ese adentro tuyo, el interior a donde poca gente llega, y cuando escribes esto es por algo...has atravesado la selva y has desembocado en tu propio océano, no en el de alguien, ahora estás en el tuyo propio, no dejes que nadie te lo secuestre...

Caselo dijo...

Un viaje a través de los surcos de tu memoria, de los recovecos de tu alma, del pergamino de tu piel, de la ribera de tu existencia. Vengo y ya no puedo partir, tu espacio es tan cálido y sensible que me llevo tu enlace para mi casita y así poderte visitar más rápido.

Un fuerte abrazo de oso y un besito de mago desde Colombia

Carlos Eduardo

Pedro Estudillo dijo...

Tengo que agradecerle a nuestra amiga común M.Jose el haberme acercado hasta aquí.
Adentrarme en tu poesía es como subirme en una montaña rusa sin andén. Toda una experiencia.
Te adjunto en mi blog.

Un beso.

Emilio dijo...

Gracias por tu invitación, me adentraré contigo.

Un abrazo.

Ruth L. Acosta dijo...

Hola Lunska...

Coincido con todos... una vez que se te conoce, es imposible dejarte... Gracias por esa pasión, esa entrega que nos dejas en tus escritos y por compartirla con nosotros... Te felicito por esa lucha constante en tu existir, y te recuerdo que no estás sola, muchos te acompañamos en tu camino...

Te mando un beso cargado de cariño desde mi hermoso México,

Walter Portilla dijo...

Hermosísimo Lunska! hermosísimo! Me encanta encontrar corazones descubiertos al mundo, nuestro mundo, sin velos, sin tules ni tapasoles. Me encanta leer que el alma es capaz de entristecer o de alegrar a cualquiera según lo que lea. En este caso, claro, me has profundizado en esos recovecos del sentimiento que recorren nuestro cuerpo y a veces ni lo sabemos.
Me has vuelto a hacer sentir ese lamento que alguna vez entristeció mi recuerdo. He retrocedido, entonces, a unos días aciagos que me ensombrecieron, sí. Y mira que los he recordado, esta vez, sólo con tristeza, ya nada de dolor. Necesitaba leer algo así para reaccionar a algo que no había dejado del todo atrás, ahora sí.
Profundo tu sentir, profundas tus palabras Lunska. Qué bueno que estás cerca, aquí nomás, a la vuelta de la letra.
Poco nos conocemos aún pero estás abriendo tu alma como una fruta para nosotros, te lo agradezco mucho.
Mi abrazo enorme y fuerte, Lunska.

mercedes saenz dijo...

Me sumo a ese viaje exterior e interior tan bien escripto. Me gusta mucho cómo escribis. Felicitaciones. Gracias por tus palabras. Un abrazo. Merci

fernando dijo...

Recorro tus escritos porque me atrae tu enorme personalidad. Y vuelvo a leerte porque eres una poetisa auténtica, de lo mejor que heencontrado en mi viaje por esta nueva aventura de la tecnología que se llama blog.Has debido pasar instantes oscuros, pero tus nuevos instantes dspiden una luz cegadora.Sigue escribiendo, por favor.Fernando.

El angel al filo de la navaja. dijo...

Como siempre, la vida misma convertida en pura poesia, nada te puedo decir, solo que mi corazón se sintio al leer esto, en comunión contigo.